📊 Estrategia nº2 de OPTIMIZACIÓN FISCAL para fondos de inversión
¡Doble monetario, doble ahorro (o doble quebradero de cabeza)!
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La diferencia entre quienes logran libertad financiera y quienes no, está en la educación; a no ser que te toque un Euromillón claro (aunque bueno, probablemente sin una buena educación, esta gente también termine arruinada).
Si hay algo que me encanta es encontrar maneras inteligentes de pagar menos impuestos sin meternos en líos con Hacienda. Y parece que no soy la única, porque el post que hice sobre otra estrategia de optimización fiscal para fondos fue de los más vistos en Objetivo Libertad Financiera.
Si te lo perdiste, aquí tienes el enlace para ponerte al día ⤵️
Hoy te traigo otra estrategia fiscal que ha dado que hablar en foros como Rankia y Bogleheads y que, además, mencionó recientemente Emérito Quintana (y por eso se habla más de ella ahora, aunque no se ha descubierto nada nuevo). Se trata de la estrategia del doble fondo monetario.
Eso sí, antes de emocionarnos, aviso ⚠️
Aunque es ingeniosa, también tiene sus inconvenientes.
¿Cómo funciona la estrategia del doble fondo monetario?
La idea es retirar las participaciones más nuevas de un fondo de inversión, minimizando el impacto fiscal en el momento del reembolso. Como sabemos, cuando retiramos dinero de un fondo, el criterio FIFO (First In, First Out) hace que vendamos primero las participaciones más antiguas, que son las que acumulan más plusvalías y, por lo tanto, nos hacen pagar más impuestos.
La estrategia sigue estos pasos:
Traspasamos las participaciones antiguas a un fondo monetario 1, separándolas de las participaciones más recientes.
Las participaciones más recientes se traspasan a un fondo monetario 2.
Reembolsamos todas las participaciones del fondo monetario 2. Con reembolsar quiero decir cobrar, hacer efectivo (las más nuevas, que acumulan menos plusvalías y, por lo tanto, generan menos impuestos).
Devolvemos las participaciones del fondo monetario 1 al fondo original para mantener la inversión principal.
Y así, sin trucos de magia ni contorsiones financieras ilegales, hemos conseguido retirar el capital con menor impacto fiscal.
¿Dónde está la trampa? ¿La hay? Inconvenientes a considerar
Todo esto suena genial en el papel, pero en la práctica hay razones por las que esta estrategia no es tan maravillosa como parece. Vamos a ver los principales inconvenientes:
Complejidad y pereza: Vamos a ser sinceros, hacer esto cada vez que queremos sacar dinero es un rollo de coj****.
Hay estrategias más sencillas que también optimizan la fiscalidad sin tanto lío.
Tiempo fuera de mercado y coste de oportunidad: Durante el proceso, nuestro dinero puede estar parado hasta 16 días hábiles. Si justo el mercado sube en ese tiempo, podría salirnos más caro el remedio que la enfermedad. Es decir, ei el mercado sube mientras tu dinero está fuera, lo que ahorras en impuestos podría verse superado por la revalorización que te has perdido.
¿Seguirá siendo esto posible en el futuro?: Aunque a día de hoy no está catalogado como ilegal, el fisco podría considerar que esto es una estrategia de planificación fiscal agresiva. Y si algo nos enseña la historia, es que Hacienda no es fan de que le busquemos las cosquillas. Siempre pueden “inventarse” alguna norma para que esto deje de tener su efectividad a futuro (aunque de momento, no ha sido así).
Disponibilidad de fondos monetarios: No todos los fondos permiten realizar estos movimientos con facilidad y también hay que tener en cuenta el plazo de reembolso del monetario. Dependiendo de la entidad en la que inviertas, podrías encontrarte con trabas para aplicar la estrategia. Algunos fondos pueden tener limitaciones en los traspasos o plazos de permanencia mínimos antes de poder reembolsar.
Conclusión: ¿Vale la pena?
Como todo en inversión, depende. Si quieres hilar muy fino con la optimización fiscal y no te importa complicarte la vida, puede ser una estrategia interesante. Pero si valoras la sencillez y evitar dolores de cabeza, quizás prefieras explorar otras opciones más cómodas.
Personalmente, prefiero estrategias más simples (una vez más esto no es recomendación alguna, si no mi opinión). Pero oye, si a alguien le entusiasma jugar al Tetris fiscal, todo mi respeto, pagar menos impuestos es la idea de todo esto.
Y si te animas a probarlo, cuéntame qué tal te ha ido (y si sobrevives a la burocracia en el intento).
¡Nos leemos en la próxima! 😉
Información de interés:
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Gracias por el post. Para que sea completo, cuáles serían las estrategias más sencillas que comentas ?