Ahora NO DEBES invertir en renta variable, DE NINGUNA MANERA
Sí, has leído bien. No me he vuelto loca.
Hoy quiero compartir una reflexión de la que poco se habla en redes… Seguro que estás harto de escuchar frases del tipo:
El mejor momento para invertir fue ayer.
Invierte hoy, mejor que mañana.
El interés compuesto es la séptima maravilla.
La rentabilidad histórica anual del S&P500 es del 8% y si no estás invertido, te la perderás.
Todas estas frases están muy bien; para cercionarse de que históricamente la renta variable ha sido un vehículo de inversión muy muy bueno a lo largo de las últimas décadas, pero NO todo el mundo debe, ni debería, ni está preparado para invertir en Renta Variable y esto es así.
A cuánta gente la has oído decir / pensar (muchos lo piensan pero no lo dicen en voz alta) en momentos de incertidumbre o vacas flacas, ¿y si vendo todo ahora por lo que pueda pasar? o, “ahora no invierto porque estamos en máximos y todo va a caer” o “mejor espero a que corrija esto y ya entro”.
Vamos, a la que básicamente la invade el miedo y ese miedo, le va a llevar a tomar muy muy malas decisiones (económicamente hablando claro); y al final, va a perder mucho más dinero que el que pueda ganar en renta variable; solo por esto.
Cualquier persona interesada en poner a trabajar sus ahorros mediante acciones, fondos (indexados o de gestión activa, me da igual) o ETF’s; debería formarse primero.
No tienes que hacer un curso de 700€ que promocionan en finX para aprender a analizar los fundamentales de una empresa, ni un máster, ni leer 18 libros al año (yo tampoco he hecho ninguna de las tres); pero sí las nociones BÁSICAS de cómo funciona todo esto; y trabajar MUCHO, insisto en el MUCHO, la psicología del inversor.
PEQUEÑO INCISO (por si te apetece):
Por aquí, te dejo recomendaciones a canales de Youtube, lecturas, cuentas de X, y demás (fuentes gratis) para empezar a informarse y formarse de manera gratis, que compartí hace tiempo:
La psicología del inversor, básicamente, son las emociones, actitudes y comportamientos que afectan a las decisiones financieras y en definitiva, a las inversiones de las personas.
Invertir en renta variable (insisto, sea en acciones, fondos o ETF’s), implica asumir riesgos extra debido a la volatilidad que tiene de por sí el mercado y trabajar en esta psicología es CRUCIAL Y PRIMORDIAL para el éxito a largo plazo de cualquier inversión en renta variable.
Mantener la calma, ser disciplinado y tener un plan a largo plazo, es muy importante para no cometer comportamientos irracionales en el corto plazo, que puedan, al fín y al cabo, perjudicar la rentabilidad de cualquier cartera.
¿Sabias qué son los sesgos cognitivos?
Los sesgos cognitivos son patrones de pensamiento que nos pueden llevar a tomar decisiones irracionales, y algunos de los más comunes son estos:
Sesgo de confirmación
Buscamos información que confirme nuestras propias creencias.
Por ejemplo, queremos invertir en KO 0.00%↑ y buscamos información que nos haga creernos de que es una buena inversión (buscamos a gente que la tenga también en cartera, tesis positivas sobre la compañía, etc).
La solución es buscar información que contradiga lo que quieres, para reflexionar.
Amazon está de promoción y regalan un mes totalmente gratis de Audible, para poder escuchar cualquier libro en formato audiolibro.
Vamos, que puedes aprender a través de audio en el bus, en el metro, en el gimnasio o limpiando por casa, totalmente gratis.
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Simplemente, tienes que hacerte una cuenta desde el enlace y empezar a escuchar.
Exceso de confianza
Sobreestimamos, en definitiva, nuestras habilidades, nuestro conocimiento y nuestra habilitada para predecir eventos futuros.
Por ejemplo, imagínate que has tenido éxito con tus elecciones de acciones en el pasado; y por esos éxitos, el inversor puede desarrollar un exceso de confianza en su capacidad para seleccionar acciones ganadoras de aquí en adelante.
Sesgo de anclaje
Dependemos muchísimo (en exceso) de la información que recibimos. Si no dejas de leer por ejemplo, que la bolsa está en máximos; no vas a tener una opinión contraria y al final, vas a pensar lo mismo que “el rebaño”, sea cierto o no.
La solución es evadirse un poco de tantas fuentes de información y ser reflexivo y tomar cada uno, un poco sus propias decisiones.
Aversión a la pérdida
Preferimos, en muchas ocasiones, evitar pérdidas antes que obtener ganancias. Es una tendencia psicológica en la que, las personas sienten más el dolor de una pérdida que el placer de una ganancia, más o menos equivalente.
Imagina que tienes acciones de TSLA 0.00%↑ (es un ejemplo) y debido a una caída generalizada del mercado, el valor de esa acción disminuye en ese momento. Los fundamentales son los mismos, no han cambiado y el inversor cree que ese precio se recuperará (no sabe cuando pero lo hará).
Aunque aún ese inversor no está en negativo con Tesla, el miedo a tener una pérdida real con esa acción, le hace vender sus acciones. Prefiere vender para “cortar pérdidas”.
Efecto de arrastre
Seguir al rebaño, básicamente, a la multitud.
¿Cuántas veces te has visto arrastrado por el FOMO? ¿Porqué todos compran una empresa en cierto momento puntual y tú no? Es una tendencia en la que las personas siguen las acciones o las decisiones de una comunidad o de un grupo.
Aquí, no hacen falta muchos ejemplos porque seguramente estés cansado de verlos continuamente.
Aunque hay muchísimos más sesgos, tampoco me voy a parar en cada uno de ellos; la idea es esta.
Todos estos temas, personalmente, me resultan muy muy interesantes. Y considero primordial trabajar en la psicología de uno mismo, antes de tomar cualquier decisión financiera e incluso antes de empezar a invertir para no caer en lo comentado anteriormente.
Si quieres indagar en estos temas y te interesa, te recomiendo encarecidamente, la siguiente lectura:
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En resumen, considero que la renta variable no está hecha para todo el mundo la verdad (tengo algún amigo al que literal si ve un -10% en su cartera, no podría dormir por las noches), y el cambiar estos pensamientos y todo lo que ello conlleva, está en uno mismo.
Considero que el orden no es 1º invertir y 2º trabajar en la psicología, ya que por el camino pueden “pasar cosas” que hagan que esas malas decisiones económicas afloren; que ojo, nunca jamás, se deja de trabajar en este sentido.
Trabajar en la psicología del inversor (de uno mismo, al fin y al cabo) es el primer paso.
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Gracias inversora. Como siempre muy útil para aprender sobre inversión. En este caso, conocer los sesgos y la psicología que hay detrás ayuda en mucho más ámbitos que el de la inversión y el ahorro.