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No hay que empezar la casa por el tejado; eso está claro.
LEE HASTA EL FINAL, ES NECESARIO, NO ME JOD**.
Hace unas semanas participé en una tertulia con Los Locos de Wall Street acerca de la libertad y la independencia financiera; que por cierto, te dejo enlace aquí por si te apetece verlo en diferido; y me surgió la idea para este post y aquí estamos.
Conocer nuestra situación; es el primer paso para mejorar nuestras finanzas personales. Empieza a invertir hoy antes que mañana, y todo ese rollo está DPM; pero si no nos planteamos esta pregunta al principio de todo esto; estás empezando la casa por el tejado.
¿Ganas poco o gastas mucho?
Las vías para mejorar las finanzas personales son tres, bajo mi opinión. Una de ellas es la inversión (esa dopamina que todos necesitamos); y que voy a dejar un poquito de lado en este post y por esta vez; aunque recuerda que para invertir hay que tener ahorro generado; y eso está muy correlacionado con lo que vamos a hablar ahora; y de las otras dos vías voy a hablar un poquito más abajo.
Ingresos y gastos, es sencillo, ¿no?
¿Alguna vez te has hecho esa pregunta?
¿Ganas poco y/o gastas mucho?
Pues bien, te invito a reflexionar…
Para poder prosperar económicamente lo máximo que esté en nuestro poder (aunque recuerda que los límites nos los ponemos nosotros mismos), podemos atacar dos vías: Ingresos y Gastos.
Vamos con los primeros.
1/ INGRESOS
¿Te mereces ganar más? ¿Puedes hacerlo? ¿Dónde está el limite? ¿Existe el límite?
Para mí, los más importantes, sinceramente. Esto es sencillo; la diferencia entre ahorro y gasto, es el ahorro.
Contra más ingresos tengamos (siempre y cuando no gastemos en la misma proporción; regla básica para tener unas finanzas saneadas: no incrementar nuestros gastos al mismo ritmo que hacen nuestros ingresos), más ahorro generaremos y más podremos invertir; más dinero tendremos trabajando para nosotros en los diferentes vehículos de inversión; más ingresos pasivos; y mayor patrimonio a futuro tendremos.
¿Suena fácil? Pues sí; es que no hay mucha más historia con todo esto; es así de sencillo.
¿Cuánta gente conoces (o incluso tú mismo, querido lector), que lleva 8 años en la misma empresa (por poner un ejemplo) sin recibir un aumento de sueldo? ¿O estancado en el mismo rango salarial?
Yo, conozco a muchos.
Te voy a contar una anécdota.
Hace unos meses y después de muchos años; quedé a tomar un café y ponernos al día, con don dos compañeras de Universidad. En la conversación; surgió el tema laboral y con ello; nuestros sueldos.
Las tres teníamos la misma formación (estudiamos lo mismo); y trabajábamos “de lo nuestro”. Además, nuestro denominador común es que llevábamos más de 6-7 años en la misma empresa. Cuando nos contamos nuestro salario con total sinceridad; quedaron muy sorprendidas de la diferencia que había entre su sueldo y el mío (mi salario estaba “bastante” por encima de lo que se cobraba en el sector y ellas rozaban “lo normal” a pesar de llevar muchos años en sus empresas).
¿Yo valía más que ellas?
¿Yo hacía más horas extra que ellas?
¿Yo curraba más que ellas?
¿Ellas eran menos inteligentes que yo?
Las respuestas son: No, no, no y no.
La única diferencia, es que yo, durante todos los años que había formado parte de mi empresa había solicitado a mi superior (en varias ocasiones, además), un aumento de sueldo; demostrando:
Que el valor que había aportado extra a la empresa en ese periodo de tiempo NO estaba correlacionado con el salario antiguo y que por eso merecía una subida de sueldo.
Que los méritos (demostrables y en mi caso cuantificables) que había conseguido a lo largo de ese periodo de tiempo; debían de verse reflejados en mi salario.
Ninguna de las veces en las que nos reunimos recibí un NO por respuesta. Por supuesto; eso requiere de preparación y de echarle huev**, básicamente. En la primera reunión; irás temblando (como me pasó a mí la primera vez), pero el NO, ya lo tienes; y te aseguro que tienes más que ganar que de perder SIEMPRE.
Estos son los ingresos vía trabajo; el que todos tenemos y tendremos muuuuuchos años, por mucho que soñemos con la libertad financiera, independencia financiera y esos rollos, déjame decirte que no solo existe esta vía (aunque es bajo mi parecer fundamental; ya que al final intercambiamos 40 horas a la semana en un trabajo). Así que te animo, a que en tu trabajo, te esfuerces y aportes valor para verlo reflejado en el salario con el paso del tiempo.
También puedes irte a otra empresa; y prosperar económicamente en ese sentido; claro está.
Por último; y no por ello menos importante; también puedes buscar nuevas fuentes de ingresos; tanto activos (que requieren tu tiempo, tu esfuerzo y tu dedicación) como pasivos (esos que dicen que se generan mientras duermes; a los que todos optamos tener a futuro; y contra más, obvio mejor).
Recuerda que a mayores ingresos; mayor chicha podremos meterle a las inversiones; y más soldaditos (dinero) estarán trabajando por nosotros cada noche.
Por cierto, y si te interesa: aquí te dejo enlace al post que hice sobre cómo yo, obtengo ingresos complementarios a mi sueldo a través de Matched Betting:
2/ GASTOS
Hay un término medio entre ser lonchafinista y vivir por encima de tus posibilidades.
Si con un SDM vives DPM, vas MUY MUY JODID*.
*SDM: Salario de mierd*
*DPM: ¿Todos sabemos lo que es, no? Mi padre me riñe porque digo muchas palabrotas; y tiene razón.
Recortar gastos está bien; pero es finito. Es decir, llega un punto en el que no puedes ajustar más la partida de los gastos.
Recuerda que el dinero que va a destinado a ahorro e inversión; es esa diferencia entre ingresos y gastos. Tú tienes el poder de atacar a la primera vía: aumentando esos ingresos que están a tu alcance; o recortar los gastos.
Dejar de comer comida de calidad e invertir en salud y vivir experiencias que recordarás toda tu vida; son dos cosas en las que JAMÁS has de ser lonchafinista. Vida hay una y todos, tenemos un billete de vuelta.
Unos tendrán la suerte de morir de abuelitos; otros tendrán un accidente trágico y otros morirán por una enfermedad. Unos lo harán a los 80, otros a los 60, y otros tendrán la desgracia de hacerlo a los 40. Esto se llama VIDA.
¿Qué te quieres comprar un chandal de Zara de 30€ en lugar de uno de Nike de 80€ (por cierto, soy accionista de $NKE) ? Me parece estupendo. Al final son cosas materiales y cuando tengas 75 años, no te vas a acordar de el pantalón tan bonito de color negro que tenías, sinceramente.
Somos, lo que hacemos cada día. Nuestros hábitos nos definen.
¿Realmente necesitamos tanta ropa?
¿Realmente necesitamos tener HBO Max, Netflix, Movistar +, Spotify Premium, Amazon Prime y todas estas suscripciones?
¿Realmente necesitamos tener el mejor Garmin (por poner una marca) del mercado para que cuando salgamos a correr, nuestros amigos vean en Strava a cuánto hemos hecho el km/h o qué recorrido hemos hecho un domingo por la mañana?
¿Realmente necesitamos el nuevo Iphone?
¿Realmente necesitamos regalar a nuestro hijo por navidades la mejor Play 5, tres videojuegos y un viaje a Disney?
¿Realmente me he ido a Ibiza y he ido a Ushuaia; porque me apasiona ese tipo de música, me lo voy a pasar genial y es una experiencia que quiero vivir? ¿O para grabarme videos para el insta?
Te invito a que te hagas las preguntas típicas antes de comprar (compulsivamente). ¿Realmente lo necesito? ¿Estoy intentando demostrar algo a alguien?
El consumismo no es más que la tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre necesarios.
Me ha gustado! Seguiré leyendo. Gracias!
Muy bien redactado! Grandes preguntas que debemos hacernos